domingo, 30 de septiembre de 2012

CONTINUACIÓN

El otro forajido localizó a su amigo inconsciente y secuestró al médico del pueblo, el cual llevó una carretilla para portar enfermos.  Primero recogió al forajido del suelo y se encaminaron a la cabaña donde estaba Jim.

El médico se apresuró a tumbar a Jim en una cama y al forajido lo dejó en el suelo en una manta.
- Primero a mi amigo - dijo el forajido.
- Su amigo está mucho mejor que el indio. Éste no tiene ya ni respiración - contestó el médico.
- Pero, ¿está muerto? - preguntó apresuradamente el forajido - lo quiero vivo.
- No está muerto todavía. Lo tengo que reanimar - contestó el médico mientras realizaba un masaje cardiaco.

Jim reaccionó en seguida y el médico le dio un poco de hierro.
- Que no coma nada ni beba hasta mañana - indicó el médico.

Acto seguido, reanimó al forajido y le hizo un vendaje en la cabeza.

El forajido sano sacó un rifle y amenazó al médico para que no saliera de la cabaña y el indio Jim empezó a delirar...


(Continuará....)

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