lunes, 29 de octubre de 2012

CONTINUACIÓN

El otro forajido se desmayó y el segundo desató al medico:
- ¡Rápido! - ordenó el forajido - ¡ayude a mi amigo!
- ¡No responde! - exclamó el médico reanimándolo - ¡No responde!.... ¡Ha muerto!

El forajido vivo volvió a atar al médico y cavó una fosa donde enterró a su amigo, clavando una cruz hecha de madera y quitó la mordaza a Jim y al médico.
- Empezar a rezar por mi amigo - ordenó el forajido - que os oiga.

Las señales de humo de los indios de la tribu Joux se divisaron en el cielo del horizonte al otro lado de la ladera, habían llegado al poblado indio con el banquero Tito Robbins y su esposa.
John y Tom vieron las señales y salieron a galope hacia Cotand Land. A la mitad del camino se toparon con el ayudante de Tom, el sheriff.
- ¿Qué pasa Richard? - se apresuró a preguntar Tom.
- Me ha avisado el huésped del hotel alemán - contestó sin aliento el ayudante - están investigando a Jim, preguntando por la fábrica de Jeans. Quieren saber donde está.
- ¿No lo saben ellos? - preguntó dubitativo John - ha sido todo obra de Tito Robbins. Tienen que hacer una transferencia a una petrolera. Perderán dinero. Lo he visto en el balance bancario. Lo robé de la casa del banquero...
- ¿Y qué hacemos? - preguntó Tom.
- Que el subdirector del banco tenga un accidente... Avisa a los indios Joux que tiene Jim trabajando en la fábrica - ordenó John - que coloquen piedras en el camino. El banco de la petrolera está en el otro pueblo.
 - ¿A qué hora es la reunión para la transferencia? - preguntó Richard, el ayudante.
- Según el balance a las cinco de la tarde. Tomará la diligencia a las cuatro en punto - contestó John.
- ¿Y el resto de pasajeros? - preguntó Tom.

Los otros pasajeros interrumpieron el plan de John y mandó al ayudante a ir con los indios Joux de la fábrica a secuestrar al subdirector entrando por la chimenea de su despacho.

Mientras Jim y el médico continuaban rezando por el amigo del forajido.

(Continuará...)

No hay comentarios:

Publicar un comentario