El indio chamán curandero empezó aplicar su medicina sobre Jim. Lentamente, éste empezó abrir sus ojos mientras susurraba algunas palabras sin aliento. Le dieron a Jim a beber un poco de agua y le acostaron en la cama entre todos.
De improviso, un relámpago muy fuerte sonó y los caballos salieron a galope, rompiendo la madera de amarre comida por las termitas.
En el banco de Tito Robbins hicieron un plan de ataque con los mafiosos y los Comisarios de la Gran Ciudad. Como no podían acceder al poblado de los Joux, decidieron ir con un cañón hacia el pueblo. Disparaba bengalas incandescentes a gran velocidad e incendiarían a los indios indefensos y pillándolos desprevenidos.
Seguía diluviando y los diez indios cogieron a Jim en una hamaca y lo portaron andando hacia Cotand Land. Estaban muy cerca y llegarían antes del amanecer.
El cielo empezó a colorearse con su gama de grises, cada vez más oscuro hasta que tornó de un negro profundo. Llegó la noche y subió la Luna Llena. Las estrellas aparecían bailándola el compás. En Cotand Land cenaron algunos de los habitantes en el Saloon - bar y en el motel mientras que otros dormían en sus casas.
A mitad de camino, el chamán rezó sus oraciones a su Dios y lo acompañaban el resto. Oyeron sus cánticos la mitad de la comarca.
Mientras que Jim respiraba lentamente con un hilo de aliento.
(Continuará...)
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