- Grandes chamanes, no tengo posesión de mi ego, pues me secuestraron los indios charlatanes, el espíritu de su brujo está ciego y necesitan un conjuro los patanes.
De repente un gran rayo descendió y se metió dentro del gran Trausito y continuó:
- Perdonarme la molestia, grandes amos de mi ser, quieren la fuerza de la bestia para vencer, a un tal Diego Formant y su empatía y apoderarse de su poder. Sin más, apoderaros de su tía.
De improviso la tía del dueño de la petrolera se embrujó y cogió un cuchillo de cocina y fue a por Diego Formant.
(Continuará...)
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