domingo, 1 de diciembre de 2013

CONTINUACIÓN

Linda nos vino a buscar en nuestro coche a la casa de la Srta. Dexton a las cinco en punto de la tarde. Mi hermana Marie me había preguntado que tal me había ido con mi amor secreto, Daniel Simith. Le conté que maravillosamente y que nos veríamos al día siguiente en la cafetería del hospital.

-Srta. Dexton, Srta. Dexton - interrumpió nuestra niñera - ¿Qué tal se han portado las niñas? ¿La han incordiado mucho?
-¡Qué va! Son unos encantos de jovencitas - contestó la Srta. Dexton guiñándome un ojo.
-Pues me alegro - dijo Linda - hasta el próximo domingo.

Nos subimos en el vehículo que conducía nuestro chófer. Llegamos a casa, cenamos y nos fuimos a nuestra alcoba. Apunté, al pie de la letra, cada detalle, segundo a segundo, lo que había vivido en mi diario, éste que estoy leyendo ahora. Recordando en mi vejez, aquellas maravillosas horas vividas en mi juventud. ¡Cuántas personas he dejado atrás en mi camino! ¡Qué maravillosos recuerdos y cuánta tristeza de la añoranza de sus besos, abrazos y su querer!.

(continuará...)

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